Culminando esta noche el Adviento tan especial que hemos vivido, queremos recordar el momento en el que en nuestro colegio nos adentramos en Belén y acompañamos a María y José en la humilde espera del Salvador.
Recorrimos juntos un camino de esperanza, fe y alegría, donde cada gesto nos acercó al verdadero sentido de la Navidad: el nacimiento de Jesús.
Que mantengamos viva la luz de Belén en nuestros corazones, siendo portadores de amor y paz en nuestras familias.
Esta noche, al contemplar el misterio del pesebre, recordemos que Dios se hace pequeño para estar con nosotros, y que en ese gesto de humildad nos llama a vivir con sencillez y generosidad.
Sigamos viviendo esta alegría compartida llevando el mensaje más allá de estas paredes, siendo testigos del amor que transforma y renueva el mundo.
¡Feliz Navidad!